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lunes, 19 de marzo de 2012

Asia y Africa, instrumentos, historia...

Música, tema 7. La música en extremo oriente


Extremo oriente agrupa a una serie de países que se encuentran en el continente asiático. Asia es el continente más grande de todos y también el más poblado. La música en Extremo Oriente es un gran puzle de diferentes estilos. A la música tradicional, como la que se suele escuchar al sur de la India, hay que añadirle una serie de géneros clásicos, algunos de una gran antigüedad, como la música cortesana Japonesa (Gagaku) o la música instrumental de Indonesia (Gamelán).


Algunos instrumentos asiáticos son:


Erhu: Se trata de un instrumento de cuerda frotada que es muy común en China. Consta de tan solo dos cuerdas metálicas entre la clavija y un pequeño puente que las separa de la caja de resonancia.


Shakuhachi: Es un instrumento de viento tradicional de Japón. Su nombre procede de una antigua unidad de medida. Hay varios tamaños de shakuhachi que suelen medir aproximadamente desde los
40cm hasta los 90cm.


Sitar: Es un instrumento de cuerda típico de la India. El sitar se fabrica con madera de teca y, en sus orígenes, la caja de resonancia era una calabaza. El sitar puede tener de 18 a 26 cuerdas, de las cuales 4 interpretan la melodía, otras 3 hacen el acompañamiento y las restantes se contagian de la vibración de las anteriores y suenan sin necesidad de ser pulsadas por el intérprete, creando así un fondo sonoro muy característico.


Gong: Es un instrumento de percusión presente en toda Asia. Consiste en un disco metálico que se toca golpeándolo con las manos, con un mazo e incluso con ambos al mismo tiempo.



Música, Tema 8. El latido musical

África es el segundo continente más grande en extensión después de Ásia. Este hecho hace que encontremos en él multitud de culturas diferentes y, por tanto, un gran número de estilos musicales.



Algunos instrumentos Africanos son:


Sanza: Es un instrumento de percusión. Recibe diferentes nombres en los distintos países (mbira en Zimbabwe, kalimba en kenia, ikiembe en Ruanda...)africanos donde tiene gran presencia en la música tradicional.



Kora: La kora es un instrumento de cuerda pulsada. Está formadopor una caja de rresonancia que tiene forma semicircular y está cubierta por una membrana de cuero; posee también un mástil bastante largo en el que van ajustadas, a diferente altura, cuerdas de distintas longitudes. La kora se toca en posición vertical, pulsando las cuerdas con los dos dedos pulgar e índice.



Ûd: Es un instrumento de cuerda de origen árabe. Consiste en un amplio cuerpo de madera en forma de pera del inclinado hacia atrás. El ûd es el antecesor de los laúdes europeos que conocemos en la actualidad.



Djembe: Es un instrumento de percusión muy extendido en todo el continente africano. El djembe está construido en una sola pieza de madera que se talla por fuera y se vacía por dentro.

martes, 22 de noviembre de 2011

Historia "Dos mapaches en busca de aventuras"

En un frío día de invierno, mi padre me regaló una pluma, y la estrené con esta preciosa historia:
Dos Mapaches en busca de aventuras

En un frío día de invierno, mientras volvía del trabajo, compré unos dulces para tomármelos en mi casita junto a la chimenea, ¡¿ups?!, ¿aún no me he presentado?!, soy Stinson, Barney Stinson y dirijo una pequeña biblioteca en la que expongo muchos de mis libros a los que mis fans apoyan , porque también me interesa bastante la escritura, y se encuentra en Mapdonia, la ciudad de los mapaches. Bueno como os decía, justo cuando iba a entrar en mi casita una piedra me golpeó la espalda, era mi sobrinito Leonard, un mapache muy nervioso que sigue desde cerca todos mis libros, me quería decir que mi último libro le había encantado, trataba sobre dos mapaches que van a Egipto en busca de aventuras. El quería que lo acompañase a revivir la historia que había leído. A mi Barney, me gustan mucho las aventuras, pero los aviones ya no tanto, aún así acepté. Hice las maletas y tres días más tarde, ¡iba de camino a Egipto! .

Una vez subido al avión me ofrecieron unos manjares a los que no me pude resistir, porque soy un mapache muy goloso. Cuando despegamos, y empezamos a subir, el vértigo y los manjares no formaron una buena pareja, así que no paré de vomitar durante todo el trayecto. Menos mal que unas horas más tarde aterrizamos en el desierto , eso era lo que no me esperaba, ¡¡Que fuésemos a aterrizar en el desierto!!. Al menos pude pisar tierra firme, bueno o la firmeza que puede tener la arena.

Montamos en camello 3 horas para llegar a la ciudad más cercana al avión y en pleno desierto dormimos en un as especies de tiendas de campaña. Al amanecer, fuimos a ver las pirámides y las esfinges, tanto mi sobrino como yo, nos quedamos impresionados con la inmensidad que tenía cada pirámide y esfinge. Cuando volvimos a las tiendas de campaña merendamos, o lo que pudiesen llamar los egipcios a esas comidas tan raras que comíamos.

A la mañana siguiente visitamos un poco la ciudad, las calles eran preciosas, era un lugar en que aprendías a valorar tus pertenencias. Cada paso que daba me impresionaba más aún y mi sobrino, no podía ni cerrar la boca. Durante el viaje estábamos aprendiendo muchos de los momentos cotidianos de habitantes de Egipto. En esa misma tarde nos enseñaron cómo vivían los egipcios en las antigüedad, y también nos mostraron muchos de los animales que predominaban allí.

Al día siguiente Leonard y yo estábamos un poco tristes, era la hora de marcharnos, aunque había sido un viaje extraordinario. De vuelta a Mapdonia, no sufrí tanto en el avión, porque solo pensaba en lo bien que lo habíamos pasado.

Cuando llegamos a Mapdonia muchos de mis fans esperaban un libro sobre mi aventura, pero eso ya es otra historia. FIN

Hecho por:
Javier Jiménez Luque

viernes, 28 de octubre de 2011

Cuento María y Luis


María y Luis

Érase una vez una chica llamada María, era nueva en su colegio, porque sus padres tuvieron que cambiar de trabajo y vivienda por motivos económicos. Era una chica muy tímida y con pocos amigos. Cuando ya llevaba un tiempo en la ciudad, empezó a sentirse sola, y se le ocurrió leer libros para entretenerse por las tardes y estudiar, pero como no tenía dinero, iba a la biblioteca. Un día, de camino a la biblioteca, se tropezó con una piedra y un chico llamado Luis que iba saliendo de la biblioteca, la ayudó y María logró mantener el equilibrio. Desde ese día, María iba todos los días a leer con Luis. Entonces, María logró tener un amigo, con el que pasaba leyendo casi todos los días. FIN.